Después de una batalla legal que duró casi una década, el Tribunal Regional de Hamm (Alemania) rechazó el juicio presentado por el guía de alta montaña Huaracino Saúl Luciano Lliuya contra la RWE Energy Society, una de las co₂ más grandes de Europa. El tribunal concluyó que la Casa de Luciano, ubicada en el nuevo sector de Florida, no está en una zona de inundación de alto riesgo.
Sin embargo, el resultado se consideró un paso importante. “Dependiendo de lo que pueda entender, hemos ganado el anterior. Esto significa que las empresas que causan daños por glaciares deben ser responsables”, dijo Luciano después de haber conocido la decisión.
La demanda, lanzada en 2015 con el apoyo de la ONG GermanWatch, solicitó que RWE supuestamente el 0.5% del costo del trabajo de protección de la laguna Palcacocha en Huaraz, equivalente a 17.600 euros. El argumento se basó en estudios que atribuyeron este porcentaje de responsabilidad a la empresa, debido a su contribución histórica al calentamiento global de la revolución industrial.
Aunque el tribunal no ha demostrado al solicitante en este caso específico, introdujo un principio clave para futuras acciones legales: Si se prueba una amenaza climática concreta, grandes contaminantes pueden verse obligados a tomar medidas preventivas o costos proporcionales a sus emisiones. Para la defensa de Luciano, este es un giro sin precedentes en la justicia climática global.
“Sabemos que aquí, en Huaraz, hay tarjetas de riesgo preparadas por expertos peruanos y extranjeros. Hay áreas marcadas en rojo, verde y amarillo, pero aparentemente que la información no se ha tenido en cuenta”, cuestionó la guía, que no puede apelar esta decisión, pero insiste en que la lucha valió la pena.
Organizaciones ambientales como GermanWatch celebraron el impacto de la decisión. “El problema puede ser invocado por personas afectadas en muchas regiones del mundo”, dijeron. Por su parte, los abogados de Luciano enfatizaron que era el La primera vez que un Tribunal Europeo de Altos Europa reconoce que grandes empresas contaminantes pueden considerarse responsables de los efectos del cambio climático.
Si bien RWE ha expresado alivio de la decisión, preocupada por las implicaciones mundiales del caso para la industria alemana, en Huaraz, la guía que comenzó esta cruzada en solitario reafirma su compromiso: “No es el final. Es solo el comienzo para otras personas afectadas pedir justicia”.