El partido Perú Primero registró oficialmente a Martín Vizcarra como precandidato a primer vicepresidente para las elecciones generales de 2026, pese a las tres inhabilitaciones vigentes que le impiden ocupar cargos públicos. La fórmula está encabezada por su hermano Mario Vizcarra como candidato presidencial y Judith Mendoza Díaz como segunda vicepresidenta, una medida política que ha desatado un debate sobre los límites legales y éticos del proceso electoral.
El documento fue presentado ante el Jurado Nacional Electoral (JNE) por el dirigente de Brigge Pozo Machado, quien defendió la participación del expresidente, diciendo que su candidatura “está salvaguardada” ante una posible decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que podría restituirle sus derechos políticos.

Vizcarra acumula tres sanciones del Congreso: diez años por el caso Vacunagate (2021), cinco por vínculos con empresas privadas cuando era ministro (2022) y diez más por la disolución del Congreso en 2019. Aunque el JNE ha confirmado que ya no está afiliado a Perú Primero, el grupo mantiene su registro actual tras superar un intento de cancelación en junio.
A menos de seis meses de las elecciones del 12 de abril de 2026, la presencia de Vizcarra en la toma de posesión presidencial –aunque condicional– lo vuelve a colocar en el centro del debate político. Analistas sostienen que esta estrategia apunta a mantener viva su figura ante el electorado, apelando a la memoria de su liderazgo y reactivando su influencia en un escenario electoral con más de 40 partidos registrados.
